
Nota publicada: 2025-10-08
A pesar de que el expresidente Donald Trump ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz 2025, especialistas en política internacional y miembros de organizaciones relacionadas con derechos humanos descartan que pueda resultar ganador. Explican que su perfil público y las decisiones de su administración chocan con los criterios usuales del comité noruego.
Entre los argumentos se destaca que el galardón suele reconocer compromisos a largo plazo con la reconciliación, el diálogo y la reducción de conflictos. En contraste, varios de los mandatos de Trump estuvieron marcados por políticas controversiales en migración, seguridad y relaciones exteriores, que han generado críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Los expertos recuerdan que aunque una candidatura es un acto simbólico que permite a ciudadanos o grupos presentar nombres, no implica que haya factores objetivos que aseguren la distinción. También subrayan que el Comité Nobel tradicionalmente privilegia figuras con trabajos en construcción de paz, diplomacia humanitaria o ceses de violencia persistente, campos en los que Trump no ha desarrollado una agenda claramente reconocida como pacificadora.
Desde el ámbito académico se señala además que el contexto geopolítico influye mucho: candidatos con menor notoriedad pueden resaltar más si encarnan procesos de reconciliación o transformación en conflictos olvidados. En ese sentido, nominaciones mediáticas como la de Trump podrían quedar opacadas frente a trabajos silenciosos con impactos contundentes.
Finalmente, aunque la nominación genera titulares y debates públicos, los expertos coinciden en que atribuir un Premio Nobel requeriría más que popularidad o controversia: implicaría evidencia sólida de que el premio contribuiría al reconocimiento de paz, estabilidad y reconciliación a nivel global.