
Nota publicada: 2025-10-16
Un análisis reciente advierte que la televisión en España se ha convertido en un terreno fértil para discursos que alimentan el odio y para la propagación de fake news. Programas de entretenimiento, espacios de debate y noticieros han sido señalados por emitir contenidos que exacerban divisiones sociales y políticas, sin ofrecer suficientes filtros de verificación.
Según el reporte, algunos conductores y panelistas utilizan retórica sensacionalista o sesgada para mantener audiencias, lo que puede favorecer la viralización de afirmaciones sin respaldo o provenientes de fuentes dudosas. Las historias que mezclan hechos con opinión sin clara distinción generan confusión entre los espectadores y socavan la capacidad de la ciudadanía para distinguir entre información verificada y manipulación mediática.
Además, especialistas en comunicación señalan que la estructura comercial de los medios —dependiente de clics, rating y patrocinadores— incentiva la producción de contenido controversial, incluso si carece de rigor editorial. Esta tendencia no es exclusiva de un canal o formato, sino que se extiende a cadenas públicas y privadas, debates instalados en horario estelar y espacios de opinión donde los límites entre análisis y provocación se diluyen.
El documento también recomienda fortalecer la autorregulación del medio, promover alfabetización mediática entre la audiencia y fomentar mayor transparencia sobre quién financia los espacios televisivos. Señala además que la formación ética de periodistas y conductores será clave para revertir el impacto de la polarización en tiempos en que las noticias compiten con el entretenimiento por la atención pública.