
Nota publicada: 2025-10-10
El diseño del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2026 enfrenta un llamado amplio a una reingeniería: se necesita reorientar recursos hacia los rubros más urgentes del ámbito social. Expertos y funcionarios públicos advierten que sin ajustes estructurales, la partida presupuestal difícilmente podrá cubrir las crecientes demandas en salud, educación, infraestructura social y apoyo regional.
Entre los principales retos señalados está el déficit en inversión pública en zonas marginadas, la saturación de sistemas de salud, el rezago educativo y la persistencia de la desigualdad territorial. Se propone que los montos destinados a proyectos de gran escala sin impacto directo en comunidades vulnerables sean replanteados para fortalecer programas de bienestar, infraestructura básica y servicios públicos esenciales.
Uno de los elementos clave en la reingeniería es la revisión de subsidios y fideicomisos que no cumplen objetivos comprobables. La propuesta incluye eliminar duplicidades, revisar asignaciones ineficientes, transparentar convenios y reorientar fondos hacia esquemas con alto retorno social. Se plantea también una mayor participación de las entidades federativas en la definición de prioridades locales, a fin de ajustar inversiones al contexto regional.
Otro punto central es la eficiencia operativa: mejorar la ejecución del gasto, reducir tiempos burocráticos y contratar mediante mecanismos más ágiles. Además, se sugiere reforzar mecanismos de evaluación, seguimiento y rendición de cuentas para calibrar el impacto real de los programas sociales.
En el horizonte queda pendiente que el Congreso revise las iniciativas presupuestarias con criterios de prioridad social, que las dependencias públicas redefinan planes de gasto y que la ciudadanía participe activamente en la vigilancia para evitar distorsiones. La reingeniería propuesta no es un recorte a lo básico, sino una reestructuración con sentido de justicia distributiva y funcionalidad institucional.