
Nota publicada: 2025-09-24
Durante las últimas horas, las fuerzas militares de Israel han intensificado su avance hacia las zonas más densamente pobladas de la Franja de Gaza. La incursión, enfocada en sectores residenciales, busca ampliar el control territorial, aunque implica un alto riesgo para los civiles que habitan dichas áreas.
Informes desde Gaza indican que bombardeos y ataques aéreos han incrementado su frecuencia, presionando a comunidades que ya viven condiciones humanitarias dramáticas. Testimonios de habitantes describen pánico, pérdida de refugios y desplazamientos hacia zonas cada vez más vulnerables.
Organismos internacionales han expresado su alarma. Se advierte que la expansión militar podría causar un aumento significativo en víctimas civiles, daños a infraestructura básica —agua, electricidad, hospitales— y mayores obstáculos para la asistencia humanitaria. Organizaciones médicas locales denuncian que muchas rutas de acceso ya están bloqueadas o controladas, complicando el auxilio a los heridos o enfermos.
El contexto estratégico sugiere que el objetivo es consolidar posiciones en territorios clave, presionar a grupos armados dentro de Gaza y cortar vías de suministro. Sin embargo, analistas señalan que cuando el avance penetra zonas residenciales sin fase de evacuación segura, el costo humano suele ser elevado.
La comunidad internacional, mientras tanto, ha hecho llamados urgentes al cese de operaciones en zonas civiles y ha instado a Israel a respetar el derecho internacional humanitario. El gobierno de varios países advierte que los ataques indiscriminados pueden configurar violaciones graves.
Por ahora, el enfrentamiento sigue escalando, con Gaza resistiendo bajo condiciones extremas y la población civil atrapada entre movimientos militares en su propio territorio.