
Nota publicada: 2025-08-26
Aunque muchos emprendedores en etapas tempranas no suelen ponerse un salario, es importante contar con uno para no afectar ni la vida personal ni la estabilidad de la empresa. Trabajar “gratis” indefinidamente puede parecer que ayuda al negocio, pero en realidad pone en riesgo tus finanzas personales y desvaloriza tu esfuerzo.
Asignarte un sueldo adecuado, por modesto que sea al inicio, te brinda tranquilidad para cubrir tus necesidades básicas mientras impulsas tu proyecto. Se trata de evitar tanto el extremo de no pagarte nada como el de fijarte un sueldo excesivo que ahogue las finanzas del emprendimiento. El objetivo es lograr un balance donde puedas dedicarte 100% a hacer crecer la compañía sin preocuparte por pagar la renta mañana, pero sin poner en peligro la salud del negocio.
Factores para definir tu salario emprendedor
No existe una fórmula única ni universal para determinar el sueldo de un fundador; la cantidad depende del modelo de negocio, el crecimiento de la empresa y los objetivos personales.
Sin embargo, sí hay criterios clave a considerar. Uno es tomar como referencia el salario medio en tu sector o profesión, ajustándolo a la realidad de tu empresa y a tus necesidades personales. Otro factor fundamental es la utilidad o beneficio neto de tu negocio tras cubrir todos los gastos e impuestos: de allí saldrá el margen que tienes para pagarte. Muchos expertos sugieren destinar alrededor del 20% al 30% de la utilidad neta del negocio a la remuneración del emprendedor.
También influye el nivel de riesgo e incertidumbre que asumes: al ser dueño afrontas más responsabilidades, por lo que es justo recompensar ese esfuerzo, ya sea con un pequeño extra en tu sueldo o reservando parte de las ganancias como fondo de emergencia.
Por último, considera la etapa de crecimiento en que se encuentra tu empresa: si estás empezando o en plena expansión, es posible que necesites reinvertir una porción importante de las ganancias y mantener tu salario en un nivel moderado; en cambio, si el negocio ya está consolidado y genera ingresos estables, puedes permitirte aumentar tu sueldo o incluso repartir dividendos.
En resumen, tu remuneración debe ser proporcional al valor que aportas y a la realidad de tu emprendimiento, buscando siempre un equilibrio justo y sostenible.
¿Cuándo y cuánto comenzar a pagarte?
El momento ideal para empezar a pagarte depende de la disponibilidad de recursos y la etapa de tu emprendimiento. En la práctica, al inicio muchos fundadores aplazan su salario porque no hay presupuesto ni inversión suficiente durante las primeras fases. Por ejemplo, si estás operando apenas con ahorros o ingresos mínimos, quizá debas esperar a generar ventas constantes o a conseguir una ronda de capital semilla para asignarte un sueldo.
En cuanto tu negocio consigue algo de tracción –como una inversión de familiares y amigos o de un fondo semilla– es recomendable comenzar con un sueldo modesto, por debajo del valor de mercado, suficiente al menos para pagar tus gastos básicos (como alquiler y comida). De esta forma cuidas tu bienestar sin descapitalizar la empresa. Conforme la startup crece y alcanza estabilidad financiera (por ejemplo, tras aumentar ventas o recibir una inversión mayor), podrás asignarte un salario fijo más cercano al del mercado.
¿Y si somos varios emprendedores?
Si la empresa tiene varios cofundadores, suele optarse al inicio por salarios equitativos entre todos. No obstante, con el tiempo cada rol se especializa y puede haber variaciones en los sueldos según las responsabilidades, aunque el porcentaje de participación accionaria se mantenga igual.
Lo importante no es que todos ganen exactamente lo mismo, sino que cada fundador tenga la tranquilidad financiera suficiente y que la empresa en conjunto mantenga el balance. Ten en cuenta que incluso hay casos donde el fundador no es la persona con mayor sueldo en su propia empresa, pues para atraer al mejor talento a veces es necesario ofrecer salarios más competitivos a ciertos empleados clave.
En cualquier caso, evita dos peligros: un sueldo demasiado alto para ti (que podría frenar el crecimiento o ahuyentar inversionistas) y trabajar eternamente sin remuneración (lo cual no es sostenible). Lo aconsejable es revisar periódicamente tu salario a medida que cambian las circunstancias del negocio, e incrementarlo gradualmente cuando los resultados lo permitan. Por ejemplo, algunos emprendedores optan por pagarse inicialmente solo la mitad de su “sueldo ideal” y evaluarlo cada trimestre, ajustándolo al alza conforme las ventas y las utilidades mejoran.
Cómo calcular tu salario de manera práctica
Llegado el momento de definir números concretos, es útil aplicar algunos métodos financieros sencillos. Primero, determina cuáles son tus gastos personales básicos mensuales: ¿cuánto necesitas para cubrir vivienda, alimentación, transporte, servicios y otros compromisos? Este monto te orientará sobre el sueldo mínimo que deberías percibir para vivir con lo esencial. Luego, incorpora ese salario objetivo en la estructura de costos de tu negocio, es decir, inclúyelo como un gasto fijo más junto con alquiler, nómina de empleados, insumos, etc.
A continuación, analiza si con los ingresos actuales tu empresa puede cubrir todos los gastos fijos (incluyendo tu sueldo) y los gastos variables, manteniendo un margen de ganancia. Una herramienta clásica para esto es calcular el punto de equilibrio de tu negocio ahora con tu remuneración incluida. En otras palabras, determina cuántas unidades de tu producto o servicio debes vender al mes para que los ingresos alcancen a pagar todos los costos fijos (sueldo del emprendedor incluido) y los costos variables. La fórmula básica del punto de equilibrio es:
Unidades necesarias = Costos fijos / (Precio de venta – Costo variable unitario)
La regla porcentual
Si al aplicar esta fórmula notas que tu nivel de ventas actual no cubre tu nuevo sueldo, quizás debas ajustar expectativas. En ese caso, puedes optar por un salario más bajo al inicio (como mencionamos antes) o trabajar en aumentar ingresos y reducir gastos. Revisar tus finanzas te puede indicar, por ejemplo, si necesitas recortar gastos no esenciales del negocio, optimizar procesos o mejorar tus márgenes antes de poder pagarte el sueldo deseado. Por otro lado, también puedes usar una regla porcentual sobre las utilidades: si tu empresa ya genera ganancias, reserva un porcentaje de esas utilidades para ti.
Como se mencionó, destinar alrededor del 20% o 30% de la ganancia neta del negocio al pago del dueño es una referencia sencilla que muchos emprendedores utilizan, Así, si tu emprendimiento obtuvo, digamos, 100,000 pesos de utilidad neta el último trimestre, podrías asignarte unos 20,000–30,000 pesos de sueldo en ese periodo, reinvirtiendo el resto en la empresa.
Tener un salario emprendedor te obliga a tener salud financiera
En cualquier caso, separa las finanzas personales de las del negocio. Pagarte un salario formal (aunque sea simbólico al inicio) te obliga a llevar cuentas claras y evita mezclar el dinero de la empresa con tus gastos privados, un hábito esencial para la salud financiera a largo plazo. También es aconsejable contar con asesoría contable o financiera si tienes dudas, para asegurarte de cumplir obligaciones fiscales y definir una estrategia adecuada de pagos.
Cabe señalar que, en startups más avanzadas (por ejemplo, tras una Serie A de inversión), muchas veces es el consejo directivo o los inversionistas quienes fijan el salario de los ejecutivos principales. Pero en las etapas tempranas eres tú (junto con tus socios, si los hay) quien debe establecer esa cifra, tomando una decisión prudente que extienda los meses de vida de la compañía sin caer en el sacrificio extremo.
Para saber más: ¿Cómo negociar una ronda de inversión para una startup? (Explicado por un abogado)
¿Cómo fijar tu salario como emprendedor y no afectar tu negocio?
Fijar tu salario como emprendedor requiere equilibrio, planificación y realismo. Un sueldo bien definido —ajustado a la etapa de tu negocio y a tus posibilidades— te brinda estabilidad personal y te permite tomar mejores decisiones para el crecimiento de tu empresa. Al valorarte y recompensar tu trabajo de forma justa y prudente, no solo cuidas tu economía personal sino que también envías una señal de orden y profesionalismo en tu emprendimiento.