
Nota publicada: 2025-08-20
Moscú. El canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó este martes que no será posible lograr una solución negociada duradera en Ucrania si no se toman en cuenta los intereses de Moscú y los derechos de la población originaria de la potencia en el vecino país eslavo.
“Sin respetar los intereses de seguridad de Moscú, ni considerar los derechos de los ciudadanos rusos y de los rusoparlantes que residen en Ucrania, es imposible hablar de acuerdos duraderos. Estas son las exigencias que deben satisfacerse cuanto antes en el contexto de la búsqueda de una solución negociada”, enfatizó en una entrevista al canal de televisión Rossiya 24.
Sobre una posible cumbre entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y ucranio, Volodymir Zelensky, Lavrov señaló que “Moscú no renuncia a ninguna forma de trabajo para un arreglo político ucranio, ni bilateral, trilateral o multilateral, pero cualquier contacto con participación de los jefes de Estado requiere una preparación exhaustiva”.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que “toda negociación debe comenzar a nivel de expertos y sólo luego de recorrer todas las etapas necesarias se puede preparar una cumbre”. Recalcó: “este es el tipo de enfoque serio que apoyaremos”.
De acuerdo con Lavrov, el presidente Donald Trump, a partir de la cumbre en Alaska, entiende que para conseguir un arreglo político en Ucrania “es indispensable suprimir las causas originarias del conflicto”, entre ellas la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
“Cuando estos delegados en Washington (Zelensky y los líderes europeos que lo acompañaron a la reunión con Trump) hablaron sobre la necesidad imperiosa de comenzar a desarrollar garantías de seguridad para Ucrania, pero también para Europa, nadie mencionó jamás la protección de Rusia”, enfatizó.
Y explicó: “Se sigue percibiendo una actitud arrogante hacia el derecho internacional, a las promesas a menudo falsas, pero garantizadas sobre el papel, en los enfoques de estos individuos (dirigentes europeos) ante la actual crisis ucrania”.
Para Lavrov, en Occidente “creen que esta persona (en alusión a Zelensky) debe imponer los acuerdos con Rusia que les venga en gana y a nadie se le ocurre que sería buena idea que derogara estas leyes (que vulneran los intereses de los ucranios de origen ruso) antes de comenzar a negociar”.
El Kremlin no confirmó ni desmintió la noche del lunes, después de la llamada telefónica de Trump con Putin, si el mandatario de Rusia aceptó la propuesta del republicano de organizar “dentro de dos o tres semanas” una cumbre con Zelensky previa a una reunión de los tres para sellar un tratado de paz.
Los presidentes “estuvieron de acuerdo en que habría que estudiar la posibilidad de elevar el nivel de los representantes ucranio y ruso que participan en las negociaciones directas”, afirmó Yuri Ushakov, asesor de política exterior y seguridad de Putin, en un breve comentario de dos minutos y siete segundos.
Resaltó los agradecimientos de Putin a Trump por la cálida recepción en Alaska y por los esfuerzos que realiza para encontrar una solución negociada al conflicto, así como la voluntad expresada de “seguir en contacto” para abordar “asuntos de interés” relacionados con “la crisis ucrania” y los puntos más significativos de la agenda bilateral e internacional.
De lo dicho por Ushakov, en opinión de analistas, no queda claro si “elevar el nivel” de los representantes incluye a los jefes de Estado o se refería a designar como titulares de los grupos de negociadores a los cancilleres ruso, Serguei Lavrov, y ucranio, Andrii Sybyha.
Razones de la negativa
Hasta ahora la posición del Kremlin sobre el encuentro de Putin con Zelensky, que solicita con insistencia el ucranio como “única posibilidad para tratar los temas más espinosos, como el tema territorial”, ha sido de rechazo por dos razones:
La primera, que el líder ruso considera que debe reunirse con el gobernante ucranio para firmar el borrador definitivo del acuerdo, cuando los grupos de negociadores hayan consensuado un documento que ponga fin a la guerra; desde el punto de vista de Moscú sería bajo las condiciones de Rusia.
Y la segunda, que Putin considera que Zelensky “no tiene legitimidad” para hablar en nombre de Ucrania por no haber convocado elecciones presidenciales al término de su mandato, las cuales –revira en su defensa el ucranio– “no hay condiciones para organizarlas bajo los bombardeos cotidianos ni tendrían validez mientras esté vigente la ley marcial”.