
Nota publicada: 2025-07-13
Lo que no sabias de la tosferina.
Tanto a nivel mundial como en México se ha registrado aumento de casos de tosferina, que autoridades sanitarias han relacionado con la disminución de las coberturas de vacunación generada tras la pandemia de COVID-19. Y es que todavía sufrimos las consecuencias de una pandemia que nos marcó para siempre.
Ante esta situación, la Organización Panamericana de la Salud pidió a los países reforzar sus sistemas de vigilancia epidemiológica y mantener monitoreo continuo, detallado y de las coberturas de vacunación en la población infantil, con especial atención a los menores con rango de edad entre uno y cinco años. En lo que va de 2025 la Secretaría de Salud ha emitido tres avisos epidemiológicos por el aumento de los casos de tosferina en el país, en los que se detallan las instrucciones para la identificación en las unidades médicas de los tres niveles de atención. El diagnóstico de los contagios se basa en el cuadro clínico y se confirma a través de la toma de muestra para cultivo. Intensificar la detección de casos de tosferina en el primer nivel de atención y fomentar la vacunación son los principales desafíos del sistema de salud en México en el tratamiento y prevención de esta afección, para lo que se requiere capacitar al personal de salud con el fin de identificar los posibles contagios y prevenir complicaciones. La capacitación sin duda es importante sobre todo para el personal en formación y para los médicos jovenes generalmente que nunca han presenciado un caso de una enfermedad que se creía controlada por vacunación. Hasta la semana 24 se registraron 1,100 casos y 56 defunciones, todas en menores de un año. Los casos reportados en los que va de 2025 son mucho mayores a los registrados en 2024, que cerró con 550. La tosferina es una enfermedad respiratoria causada por una bacteria, altamente contagiosa, que afecta principalmente a los menores de un año no vacunados, se transmite por contacto con secreciones respiratorias y tiene un periodo de incubación de 6 a 20 días, aunque en ocasiones puede durar hasta ocho semanas. Se compone de tres fases: Catarral (1 a 2 semanas), que es la más contagiosa y tiene síntomas leves, como rinorrea, estornudos y febrícula. Paroxística (4 a 6 semanas), en la que se presentan ataques de tos intensa, nocturna, con cianosis, vómito y un estridor inspiratorio característico, generalmente sin fiebre. Convalecencia, en la que hay tos residual que disminuye gradualmente y la enfermedad ya no es contagiosa. La Secretaría de Salud señaló que de acuerdo con el cuadro clínico los contagios pueden definirse como casos sospechosos que se refiere a toda persona con tos paroxística o en accesos, sin importar la duración. Es necesario intensificar la capacitación del personal médico tanto en la detección e identificación de personas que tengan un cuadro respiratorio compatible con tosferina y los signos de alarma como en la dificultad respiratoria. Es muy importante el acercamiento al primer nivel tanto en consultorios privados, incluyendo los de farmacia, como en los del sector salud, para que cuando se tenga la sospecha, diagnosticar oportunamente y brindar un tratamiento efectivo para disminuir la carga de la enfermedad, así como realizar el aislamiento de los pacientes. Datos de la ENSANUT Continua 2020-2023 detallan que entre 2021 y 2023 la cobertura de vacunación en México en menores de cinco años fue de 68,9 % en la dosis que protege contra poliomielitis/difteria, tosferina y tétanos y la meta de cobertura es de 95 %.
La vacunación es la mejor estrategia para prevenir enfermedades como la tosferina; sin duda tenemos que hacer difusión para recuperar las coberturas de vacunación para la población pediátrica, así como incidir en refuerzos para adultos, con lo que se reducirán las posibilidades de contagios y complicaciones que pueden causar decesos. El Programa de Vacunación Universal 2025 detalla que el esquema contra la tosferina se compone de tres dosis de la vacuna hexavalente (difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo b y hepatitis B), que se aplican a los dos, cuatro y seis meses de edad. A los 18 meses se administra una dosis de refuerzo y a los cuatro años la vacuna triple bacteriana conocida como DPT (difteria, tétanos y tosferina). Existe mucha información falsa en redes sociales que puede causar dudas, por lo que es importante el papel del personal de salud en la promoción de la vacunación.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora