
Nota publicada: 2025-09-23
Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que los bombardeos y la crisis humanitaria en Gaza no tienen justificación posible y constituyen un acto de genocidio. Lula hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para intervenir diplomáticamente y detener lo que describió como “una agresión sistemática” contra la población civil palestina.
El mandatario brasileño subrayó que la situación va más allá de un conflicto bélico: describió múltiples violaciones de derechos humanos, incluyendo ataques indiscriminados contra zonas residenciales, hospitales y escuelas, con un impacto devastador sobre mujeres y niños. Aseguró que la impunidad y la falta de acción hasta ahora agravan aún más el sufrimiento de quienes no tienen medios para huir del peligro.
Lula urgió a la ONU a reforzar los mecanismos de protección de civiles, facilitar acceso humanitario sin obstáculos y aumentar la presión diplomática sobre todos los actores involucrados para restablecer negociaciones hacia una solución de paz. Dijo que no basta con declaraciones de condena: se requieren medidas concretas que prevengan nuevas tragedias.
Las palabras del presidente brasileño fueron aplaudidas por varios países miembros que comparten su preocupación, aunque también provocaron silencio entre quienes han sido reticentes a condenar los ataques con mayor firmeza. Algunos delegados recordaron que cualquier acción debe respetar el derecho internacional humanitario y los principios de soberanía.
La intervención destaca en medio de crecientes llamados globales para reevaluar las responsabilidades de los gobiernos, organizaciones y organismos multilaterales en la crisis en Gaza. Lula insistió en que el mundo no debe permitirse quedarse de brazos cruzados frente al dolor, la destrucción material y la pérdida de vidas inocentes.