• Hermosillo, Sonora, México a     |  Año 29 No. 11    

Analizan el uso de consorcios microbianos en el tratamiento de aguas residuales

UNISON /




Nota publicada: 2025-08-11

Beatriz Espinoza

En el programa A Tiempo con la Ciencia que se transmite por Radio Universidad de Sonora, el docente Rogelio Ramos Enríquez retomó el trabajo que realizan investigadores de la Universidad de Guadalajara sobre los beneficios del uso de consorcios microbianos en el tratamiento de aguas residuales, como una alternativa sustentable para reducir los contaminantes y proteger la salud de la población.

Abril Yvette Priscila Gómez Guzmán, investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud del Centro Universitario de los Valles, en la Universidad de Guadalajara, explicó en entrevista que los consorcios microbianos están formados por microalgas, bacterias, hongos y levaduras que actúan de manera simbiótica para degradar materia orgánica y eliminar contaminantes como el nitrógeno y el fósforo.

“Este proceso, ofrece ventajas frente a los métodos químicos tradicionales pues mejora la calidad del agua sin generar residuos químicos peligrosos y permite obtener subproductos como biocombustibles y biofertilizantes”, añadió.

Consideró que la alta urbanización, industrialización y expansión de la actividad agrícola han incrementado la generación de aguas residuales representando un riesgo mayor para la salud humana y los ecosistemas acuáticos.

Es por ello, añadió, que este procedimiento, esta tecnología basada en microorganismos nativos, ofrece ventajas frente a los métodos químicos tradicionales pues aporta oxígeno al agua favoreciendo la vida acuática y contribuye así a atenuar el cambio climático.

La investigadora precisó que los consorcios utilizados en sus proyectos incluyen bacterias como Aeromonas, Bacillus, Nitrosomonas y Nitrobacter, capaces de transformar compuestos tóxicos en formas menos nocivas y acelerar los procesos de depuración.

“Estos métodos son aplicables a aguas residuales municipales, agrícolas, industriales y del sector acuícola”, estableció mencionando que, en la actualidad, la propia Norma Oficial Mexicana (NOM-001-SEMARNAT-2021) establece límites máximos permisibles de contaminantes para descargas en cuerpos de agua, pero dichos parámetros permiten concentraciones elevadas.

Por esa razón, precisó, es importante optimizar los tratamientos para garantizar agua de calidad y prevenir enfermedades como cólera, hepatitis y disentería, entre otros daños, como los que también ocasionan los metales pesados concentrados en las aguas tratadas.

“Las aguas residuales se pueden trabajar con todos ellos y se han demostrado que son sumamente eficaces con esta alta carga de nutrientes, hablamos de nutrientes que siguen siendo contaminantes, incluso en la industria agroalimentaria que contamina bastante, la lechera, textil y por supuesto también el sector acuícola, los residuos que se generan a lo mejor de granjas acuícolas que sabemos que se tienen por todos lados”, expresó.

Gómez Guzmán añadió que el procedimiento también reduce la utilización de productos químicos con lo que se mejorarían los porcentajes de los gases de efecto invernadero y se recuperarían nutrientes para reutilizarlos incluso, hasta para alimentar el ganado.

La investigadora recordó la importancia del manejo adecuado de aguas tratadas pues también se evita la propagación de enfermedades como el cáncer, o daño a los sistemas neurológico o endócrino, entre otros.


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