Nota publicada: 2025-11-30
Los adaptógenos, las vitaminas y los suplementos dietéticos han ganado popularidad en los últimos años, especialmente entre quienes buscan mejorar su salud, reducir el estrés o compensar deficiencias nutricionales. Sin embargo, la evidencia científica disponible muestra una realidad más matizada. Diversos artículos recientes destacan que, aunque hierbas como la ashwagandha o el ginseng podrían ayudar al cuerpo a manejar el estrés, aún faltan estudios sólidos que respalden plenamente sus beneficios en humanos. Del mismo modo, las multivitaminas han mostrado resultados interesantes: un estudio sugiere que su consumo diario puede ralentizar el envejecimiento cognitivo en adultos mayores hasta por dos años, mejorando memoria y claridad mental.
A pesar de estos hallazgos, expertos señalan que ningún suplemento puede sustituir una dieta equilibrada y variada. Incluso productos muy populares, como las vitaminas en gomitas, pueden contener exceso de azúcar, perder potencia o incluir dosis elevadas de ciertos nutrientes. Además, instituciones como los NIH han reforzado la importancia de consumir suplementos basados en evidencia, recomendando precaución con productos para bajar de peso o mejorar el rendimiento sin respaldo científico claro.
Los suplementos pueden ser útiles en circunstancias específicas, pero su uso debe ser informado, responsable y siempre acompañado de hábitos saludables.