Las hemorroides son una afección común que afecta a millones de personas, especialmente a mayores de 50 años. Aunque no suelen representar un problema grave, sí causan molestias como picazón, dolor o sangrado. Estas aparecen cuando las venas del recto o del ano se inflaman, de forma similar a las várices.

Entre las causas más frecuentes se encuentran el estreñimiento, el esfuerzo al defecar, permanecer mucho tiempo sentado en el inodoro, el embarazo y una dieta pobre en fibra. También influyen el sobrepeso y la falta de actividad física.

Para aliviar los síntomas y prevenir su aparición, los especialistas recomiendan aumentar el consumo de fibra, ya que facilita la evacuación intestinal. Alimentos como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales son excelentes opciones. Además, es fundamental beber suficiente agua —entre ocho y diez vasos al día— para mantener las heces blandas y evitar el esfuerzo al evacuar.

Otros consejos útiles incluyen no retrasar la visita al baño, practicar actividad física regular y tomar baños de asiento con agua tibia durante 15 a 20 minutos, especialmente después de defecar. Existen también tratamientos de venta libre como cremas, supositorios o toallitas calmantes que ayudan a reducir la inflamación y el malestar.

Si después de una semana los síntomas persisten o hay sangrado, es importante consultar a un médico. En algunos casos, puede ser necesario descartar otras enfermedades más graves, como fisuras anales o problemas intestinales.

Con cuidados sencillos y atención oportuna, las hemorroides pueden tratarse eficazmente y sin complicaciones.