Nota publicada: 2025-10-23
Si bien cada vez hay más conciencia sobre la importancia de la salud mental, aún sigue siendo un tema ausente en muchas familias, oficinas y escuelas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más de 1,000 millones de personas viven algún problema de salud mental en el mundo.
En México, 3 de cada 10 personas padecen algún trastorno mental como ansiedad y depresión a lo largo de su vida y más del 60% de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento, de acuerdo con datos de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Hoy, más de 3.6 millones de mexicanos padecen depresión, y cerca del 19% reporta una ansiedad severa.
Buscar ayuda
En entrevista para El Economista, Maureen Terán, escritora y fundadora de la organización Es Tiempo de Hablar, señala que reconocer que tienes algún problema mental es complicado, sin embargo es el primer paso para tener un mejor nivel de vida.
De acuerdo con la especialista, es normal pasar por momentos de tristeza, ansiedad, soledad y esto no significa que ya tengamos un diagnóstico psiquiátrico.
Sin embargo, ya se convierte en un problema cuando estos estados de ánimo nos generan disfunción en nuestro entorno, es decir comienzo a tener problemas en el trabajo, con mi familia o con la pareja, no estamos disfrutando lo que hacemos, nos cuesta trabajo sentirnos motivados.
Si estás detectando que te cuesta trabajo estar tranquilo en tu vida cotidiana y así te levantas todos los días, tienes conflictos con tus amigos, familiares, en el trabajo, hay que tener humildad y decir: Esto no está bien, tengo que ir psiquiatra o con un especialista para tratarme”, señala.
Bipolaridad
Maureen Terán nos relata que en 2007 fue diagnosticada con trastorno bipolar tipo 1, este padecimiento generalmente se detecta entre los 18 y 30 años aproximadamente, y entre sus principales síntomas fueron que dejaba de dormir durante varios días y su comportamiento cambio.
“Me convertí en una niña de 4 años, sin filtros, tenía compras compulsivas, me creía con superpoderes, hasta que poco a poco empecé a perder noción de la realidad a un nivel que te pones en peligro a ti mismo, mi psiquiatra me decía: No te vas a morir por la enfermedad, pero sí puedes ocasionarlo con un accidente”, señala.
“Las personas cuando sufrimos de alguna situación no nos damos cuenta, nos resistimos a saber que tenemos un problema y decimos ‘es temporal’. Yo me tardé 7 años en aceptarlo, durante esos años tuve varias crisis y me tuvieron que internar en un hospital psiquiátrico y ahí me di cuenta de que estos lugares no son tan malos como las películas lo dicen”.
Terán nos platica que a partir de que empezó a tratar su enfermedad se ha mantenido estable y en los últimos 12 años ha recaído solo dos veces.
“Esa es la gran diferencia de cuando te reconcilias y aceptas el tratamiento de la enfermedad mental. Durante 30 años, no lo acepté y ahora ya llevo más de 10 años siendo un paciente responsable y mi vida mejoró”.
La especialista señala que muchas personas evitan buscar ayuda por miedo al rechazo o la discriminación y esto retrasa diagnósticos, limita tratamientos y aumenta la carga emocional y social de las familias.
Romper con este círculo requiere educación, apertura y empatía, por lo que las instituciones, empresas y espacios comunitarios juegan un papel decisivo al impulsar programas de bienestar.