Nota publicada: 2025-10-08
Tras el ataque a un centro de detención del ICE en Chicago que dejó un migrante muerto y otros lesionados, se han difundido acusaciones de que el expresidente Donald Trump ordenó imponer un estado de sitio en esa ciudad. Según esas versiones, la medida habría activado controles de seguridad más estrictos, presencia armada adicional y restricciones de movimiento.
Hasta ahora, no existe confirmación oficial de que se haya decretado formalmente el estado de sitio ni de que tales órdenes provengan directamente de Trump como autoridad vigente. Las autoridades locales y federales están evaluando la gravedad del incidente, recabando pruebas forenses y revisando protocolos de reacción ante ataques similares.
Portavoces del entorno de Trump han dejado abierta la posibilidad de que una respuesta fuerte sea requerida para contener lo que califican como amenazas al orden nacional, pero sin detallar si esto incluye poderes extraordinarios en ciudades específicas.
La situación mantiene a la población local en alerta, especialmente en zonas próximas a las instalaciones de ICE. Grupos de derechos humanos y líderes comunitarios han solicitado a las autoridades transparencia, derechos de debido proceso y garantías de que no se vulneren libertades civiles bajo el argumento de seguridad.
Las próximas horas serán clave para clarificar: si efectivamente se emite un decreto de estado de sitio, cuáles límites tendrá, y cómo se equilibrarán las medidas de seguridad con los derechos fundamentales.