Nota publicada: 2025-09-11
En una de esas historias que parecen sacadas de un cuento moderno de suerte, un comprador en Ohio adquirió una torre de PC usada por 23,50 dólares, sin darse cuenta de que había obtenido mucho más de lo que esperaba. La subasta solo mostraba una carcasa de ordenador, pero al levantarla, notó algo distinto: pesaba más de lo normal.
Al abrirla, descubrió una placa madre TRX40 AORUS Pro WiFi con un procesador AMD Ryzen Threadripper 3960X de 24 núcleos, 256 GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3080 Ti, todos componentes de alto rendimiento incluso usados. Aunque la máquina estaba algo polvorienta, funcionaba correctamente y el sistema reconocía todo el hardware.
La subasta se llevó a cabo en Capital City Online Auctions. El lote, anunciado como “chasis Fractal Design Define 7 XL”, tenía un precio base que rondaba los 317,99 dólares como valor de referencia. Sin embargo, la puja final se concretó por 23,50 dólares, más las comisiones. Las imágenes del anuncio apenas mostraban la caja cerrada dentro de un cartón, sin revelar nada del interior.
El contraste entre lo pagado y lo obtenido ha generado asombro: solo el procesador se vendió originalmente por alrededor de 1.399 dólares, y la RTX 3080 Ti también costaba más de mil cuando salió al mercado. Aunque con el paso del tiempo esos precios han bajado, el valor del conjunto usado sigue siendo mucho más alto que lo invertido por el comprador.
El anuncio aclaraba que los artículos se vendían tal como estaban (“as-is”) y sin garantía, además de no permitir devoluciones. La recogida del artículo tenía que hacerse en persona, en Ohio, sin envíos. Pese a esto, el comprador actuó según los términos, y hasta el momento no hay intención pública de devolverlo.
Esta historia no solo llama la atención por el golpe de suerte, sino que también sirve como recordatorio de la importancia de revisar los anuncios con detalle y estar abierto a lo inesperado. En subastas y compras de segunda mano, lo barato puede salirse de lo ordinario.