Nota publicada: 2025-08-10
El comentario de Miley
La especialidad médica y sus residentes, siempre son un tema polemico y no son solamente una disciplina dentro de la formación médica. La administración pasada argumentó la falta de médicos y especialistas en las zonas mas marginadas del país y abrió espacios en hospitales formadores, para poder así aumentar el número de egresados.
En Argentina el presidente declaró hace unos días: “No es suficiente con que gran peso de la atención en centros de salud repose sobre sus hombros: los profesionales médicos y otros profesionales de la salud en formación que hacen su residencia, en lugar de pedir salarios dignos deberían agradecer el "privilegio" de que les paguen porque están en una etapa de formación.” Así lo sugirió días atrás el presidente argentino, Javier Milei, quien cuestionó la legitimidad ante los reclamos y aseguró en una entrevista televisiva. La afirmación causó una ola de repudios, obviamente. En la mayoría de los sistemas de salud organizados las residencias son empleos rentados: implican largas jornadas, responsabilidades clínicas y atención directa de pacientes. “Nuestro trabajo merece reconocimiento, no deslegitimación", señaló en un comunicado una asociación de residentes del Hospital Garrahan, en Buenos Aires. En muchos países, los médicos residentes no pagan por formarse. Son trabajadores de la salud. El episodio reactiva una discusión que parecía terminada o anacrónica. ¿Deberían las y los profesionales pagar por hacer su residencia porque están aprendiendo o como mínimo "agradecer" y valorar a las autoridades porque les den esa oportunidad? ¿Son graduados en formación o son trabajadores y como tales tienen derechos laborales y necesitan recibir un salario digno? En México se dice que el servicio social nace, primero de la necesidad de médicos en zonas rurales y segundo como “agradecimiento” para la sociedad por llevar a cabo su formación (¿?). Recientemente en nuestro país también hicieron ruido una declaraciones no como las del presidente argentino sino unas con mayor visión y humanismo; Las declaraciones del Senador Luis Donaldo Colosio: “Cuidan a millones, pero ganan $600 al mes. Miles de jóvenes pasantes sostienen el sistema de salud en México… y apenas sobreviven. Desde el Senado presentamos una iniciativa para que, durante su servicio social, reciban al menos el salario mínimo, entre otras prestaciones. Porque queremos darles justicia. No se trata de un apoyo, se trata de reconocer su valor. Dignificar su esfuerzo no es un favor: es lo correcto.” Suena mas lógico y mas congruente, solo faltaría presentar la iniciativa y obviamente que se apruebe en sus respectivos escalones. La residencia suele ser una etapa transformadora en la vida de cada profesional de la salud, una instancia de formación, de reafirmación o replanteo vocacional y de descubrimiento de la realidad social y sanitaria, además de un reaseguro de competencias clínicas y quirúrgicas para futuros pacientes. También es habitual que además de una deficiente retribución económica, las y los residentes en Argentina y también en nuestri país sufran exceso de carga laboral, distintos tipos de maltrato, fatiga, y estrés. Los residentes son parte fundamental del sistema de salud, hay sectores de hospitales que directamente no funcionan sin residentes. Cuando uno pasa por un quirófano, una guardia, un parto, siempre hay un residente detrás de cada práctica.
En Argentina, donde el primer programa registrado como residencia surgió a mediados de la década de 1940 y en el cual una ley de 1979 estableció que quienes las realicen deben recibir una retribución "bajo un régimen de actividad a tiempo completo y con dedicación exclusiva". Este miércoles 2 el Ministerio de Salud de la Nación también dispuso reemplazar el esquema salarial de las residencias nacionales por dos modalidades de "becas optativas", una de las cuales no contempla aportes previsionales ni obra social. En México, el fundamento legal por el cual la residencia médica debe considerarse un trabajo y amerita derechos laborales se establece en el artículo 8° de la Ley Federal del Trabajo mexicana, que señala: Trabajador es la persona física que presta a otra, física o moral, un trabajo personal subordinado. Para los efectos de esta disposición se entiende por trabajo toda actividad humana, intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio. Este artículo es clave porque confirma que lo relevante es la existencia de una relación de subordinación y prestación de un servicio, sin importar el grado de formación. En este sentido, los médicos residentes cumplen con todas las características de un trabajador: prestan servicios personales; lo hacen de forma subordinada (cumpliendo horarios, turnos y órdenes); reciben un pago (‘beca’) que funciona como salario y están sujetos a evaluaciones, controles y sanciones institucionales, ¿Entonces?
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora