
Nota publicada: 2025-07-23
La capacidad de interpretar señales verbales y no verbales, leer a la gente y comprenderla, es inteligencia social. Es poner verdaderamente atención a lo que dice una persona, hacerle preguntas y mostrarle interés. De esta manera podemos conocer y entender al otro identificando lo que piensa, siente, quiere y hace.
La inteligencia social implica observar gestos, expresiones faciales, postura, contacto visual, tono de voz, etcétera. El que es inteligente socialmente sabe comunicarse efectivamente y relacionarse con otros de forma empática. Lo hace bien porque controla y domina sus propias emociones.
La Inteligencia Social (IE) no es lo mismo que Inteligencia Emocional (IE). La IS se enfoca en el mundo de las relaciones humanas; y la IE se centra en las emociones propias. Una es externa y otra interna.
La inteligencia social: una habilidad poderosa
La inteligencia social se refiere a la capacidad de identificar los pensamientos, sentimientos, intenciones y carácter de una persona por lo que habla y hace. Pero también por las señales no verbales que transmite. De esta manera, sí es posible obtener información sobre el estado emocional y mental de alguien.
Por lo tanto, tener inteligencia social requiere escuchar atentamente a las personas y tener conciencia de sus necesidades, así como observar su conducta. De esta manera, es posible percibir las emociones y perspectivas de los demás con el fin de comprender mejor a las personas y construir relaciones sanas, sólidas y exitosas.
En esencia, la inteligencia social se centra en la interacción con los demás y la forma en que nos desenvolvemos en contextos sociales. El que es inteligente socialmente es empático y puede comunicarse de forma eficaz. Además, actúa apropiadamente en diversas situaciones personales y profesionales.
Dos elementos clave de la inteligencia social: empatía y comunicación efectiva
Dominar la inteligencia social es clave para líderes y equipos exitosos. Dos elementos que demuestran que eres inteligente socialmente son la empatía y la comunicación efectiva.
La empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
Diccionario de la Real Academia Española (RAE)
De hecho, el sinónimo para empatía (según la RAE) es precisamente “identificación”. La persona empática es capaz de ponerse en el lugar del otro, y trata de entender una situación siendo profundo y no superficial.
Por otro lado, la comunicación efectiva implica la habilidad para expresar lo que piensas, sientes y quieres de manera clara, precisa y entendible. Pero también de forma respetuosa. Quien es inteligente socialmente puede desenvolverse exitosamente en interacciones sociales de manera verbal y no verbal. La comunicación efectiva también implica comprender el mensaje del otro; y saber cuándo hablar y cuándo callar.
Táctica para desarrollar la inteligencia social
Un método efectivo para desarrollar la inteligencia social es la improvisación teatral. Aquí el paso a paso:
Elegir un colega o amigo para realizar este ejercicio.
Establecer un contexto (en un café, por ejemplo).
Interactuar sin palabras: comunicarse únicamente a través de gestos, expresiones faciales y postura.
Interactuar con palabras: aprender a estar completamente presente, y escuchar con toda la atención.
Analizar ambas interacciones: hablar con tu compañero acerca de lo que sintieron, entendieron y percibieron ambos de las señales no verbales, y de la escucha activa.
8 elementos de la inteligencia social, según Daniel Goleman
De acuerdo al psicólogo y periodista estadounidense, Daniel Goleman, la inteligencia social se enfoca en las habilidades para interactuar eficazmente con los demás. Aquí los elementos clave:
1. Conciencia social
La capacidad de percibir y entender las emociones, necesidades y sentimientos de las otras personas en diferentes contextos sociales. Incluye la empatía y la sensibilidad hacia los demás.
2. Empatía
La habilidad de sentir y entender las emociones de los demás y responder adecuadamente.
3. Conectar
La capacidad de establecer rápidamente una buena relación con otros en cualquier entorno.
4. Comunicación efectiva
La aptitud para expresar ideas claramente, escuchar activamente, interpretar mensajes no verbales y mantener un diálogo efectivo.
5. Gestionar relaciones
La habilidad para construir, mantener y fortalecer relaciones sociales saludables, resolver conflictos y colaborar en equipo.
6. Adaptabilidad
La capacidad de ajustar el comportamiento según las personas y situaciones presentadas.
7. Habilidad de influencia
La capacidad para influir, persuadir y motivar a otros de manera positiva, fomentando relaciones constructivas y colaborativas.
8. Sensibilidad cultural
La capacidad para entender y respetar las diferencias culturales y sociales en diferentes contextos.
Conclusión
La inteligencia social implica no solo entender nuestras propias emociones (como en el caso de la inteligencia emocional) sino también tener habilidades prácticas para relacionarnos con los demás de manera efectiva, promoviendo relaciones armoniosas y productivas.
Así que, si quieres relacionarte de forma armoniosa, eficiente y productiva podrías tomar talleres de habilidades sociales, life coaching o inteligencia emocional. En todo esto, recuerda primero estar consciente de lo que tú piensas, sientes, quieres y haces, para luego poder conocer a los demás por sus palabras y hechos, y comunicación no verbal.