Donald Trump llegó a Texas para visitar Kerrville y evaluar la devastación causada por las inundaciones repentinas que arrasaron el centro del estado, dejando al menos 121 muertos y 170 desaparecidos una semana después. 
Mientras los legisladores texanos enfrentan un creciente escrutinio sobre los sistemas de alerta de inundaciones del estado, el presidente Trump y la primera dama Melania Trump se reunirán con altos funcionarios estatales, personal de emergencias y sobrevivientes antes de realizar un recorrido aéreo por la región del río Guadalupe, devastada por las inundaciones.
Antes de abordar el Marine One, el presidente dijo: «Es horrible, horrible. Nadie puede creerlo, tanta agua tan rápido, sin que se rompa la presa... Pero estaremos allí con algunas de las familias más queridas y otros, el gobernador, todos».
El condado de Kerr sigue siendo el epicentro del desastre tras el desbordamiento del río Guadalupe el viernes pasado. Las autoridades informaron el jueves que al menos 96 personas en el condado han fallecido, incluidos 36 niños. Muchas otras siguen desaparecidas en la zona.
Un informe del 'New York Times' reveló que a los funcionarios del condado se les negó repetidamente la financiación para un sistema de alerta de inundaciones de emergencia, a pesar de haberle dicho a FEMA en octubre que era “probable” que ocurrieran inundaciones mortales dentro de un año.