Nota publicada: 2025-09-30
La Asamblea General de Naciones Unidas finalizó su sesión más reciente con un ambiente de fuerte condena hacia Israel, destacando que la posición de Tel Aviv quedó cada vez más aislada frente al mundo. Al cierre, 34 países manifestaron un consenso crítico respecto a lo que calificaron como “matanza sistemática” en Gaza, reclamando el respeto del derecho internacional humanitario.
Durante días de debate, diversos discursos denunciaron bombardeos indiscriminados, bloqueos prolongados, crisis humanitaria aguda y ataques en zonas civiles que han causado miles de víctimas. Muchos delegados coincidieron en que la respuesta militar no puede estar por encima de la protección de la población civil.
La resolución aprobada por la Asamblea no fue vinculante, pero refleja una presión diplomática significativa. Requiere que los Estados miembros, incluida Israel, respeten sus obligaciones internacionales, garanticen el acceso humanitario y promuevan un alto al fuego inmediato.
Algunos países aliados de Tel Aviv expresaron reservas, alegando que la resolución no analiza suficientemente las amenazas a la seguridad ni el contexto de ataques con misiles. Sin embargo, la mayoría respaldó que la comunidad internacional debe intervenir para evitar un sufrimiento mayor.
La clausura de la Asamblea deja en evidencia un reequilibrio diplomático: frente a la guerra prolongada, la postura de Israel ha perdido respaldo moral en muchos foros internacionales. El desafío ahora es que la presión simbólica se traduzca en acciones efectivas que frenen la escalada bélica, garanticen la protección de civiles y abran caminos de negociación sincera.