Nota publicada: 2025-08-23
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó ayer en el Parlamento un acto en “defensa de la soberanía”, en el que llamó a cerrar filas para proteger la patria “sobre todas las cosas.
No es tiempo de diferencias ni colores, ¡una sola bandera nos cobija!”, afirmó, al tiempo que el canciller de Rusia, Sergei Lavrov, expresó a la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, el respaldo político de Moscú a Caracas en sus esfuerzos por “defender la soberanía nacional y garantizar la estabilidad institucional” de la “creciente presión externa”.
Asimismo, el gobierno de Venezuela rechazó con firmeza el “infame” comunicado del gobierno de Guyana en apoyo al despliegue militar estadunidense en aguas del Caribe. Revela su “condición de peón de los oscuros intereses imperiales y de la Exxon Mobil”, afirmó el canciller, Yván Gil.
Maduro llamó a la unión de diferentes sectores políticos, sociales, económicos y académicos “frente a las amenazas extranjeras.
“Nuestra riqueza es más que el oro, el petróleo, el gas; es espiritual, moral, ética”, enfatizó el mandatario.
La vicepresidenta venezolana agradeció el respaldo “incondicional” de Rusia “frente a la escalada de amenazas del gobierno de Estados Unidos” contra el presidente venezolano, en conversación telefónica con Lavrov.
Por otra parte, Caracas acusó a Georgetown de ser “un peón” de los intereses de Washington, luego de que Guyana manifestó su “profunda preocupación por la amenaza a la paz y la seguridad en la región que representan la delincuencia organizada trasnacional y el narcoterrorismo, que a menudo involucra a redes criminales como el cártel de los Soles de Venezuela, designado como organización terrorista por países de la región”.
El pronunciamiento guyanés –que difundió en sus redes sociales el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio– se dio tres días después que la Casa Blanca anunció que el presidente Donald Trump está dispuesto a usar “todos los elementos del poder” para impedir que “las drogas inunden” Estados Unidos, y confirmó el despliegue de tres buques con 4 mil soldados en las aguas del Caribe.
Caracas respondió que “se trata de una ridícula provocación que oculta la verdad”. Guyana renunció “a su soberanía por unas pocas monedas corruptas y se ha convertido en un gobierno arrodillado y sumiso, dispuesto a traicionar la dignidad de su propio pueblo”, afirmó en el comunicado.
Venezuela puntualizó que la “maniobra (estadunidense) busca sembrar inestabilidad en el Caribe y América Latina, respaldando su fallido intento de despojar a Venezuela de la Guayana Esequiba”, territorio en disputa entre ambas naciones desde hace más de 100 años.
Estados Unidos, que invadió Panamá en 1989, hizo despliegues en el Caribe en el pasado, pero en esta oportunidad coincide con el aumento de la recompensa que ofrece por “información para la captura” del mandatario venezolano a quien acusan de vínculos con el narcotráfico.
“Nosotros somos valientes, fuertes (...) y como hijos de Bolívar responderemos”, indicó Gloria Hernández, jubilada de 70 años.