• Hermosillo, Sonora, México a 2025-09-14  |  Año 29 No. 11    

Los otros datos


Nota publicada: 2025-09-14

Los otros datos.

 

El paquete económico 2026 viene con algunas sorpresas. Hizo ruido el impuesto al tabaco, que no es sorpresa, o el impuesto a los refrescos, que tampoco sería sorpresa; pero a ¡¿los videojuegos?! Esos impuestos serían enviados directito a salud, pero entonces ¿Por qué viene recortado el presupuesto asignado para el proximo año?

 

No hay buenas noticias en el proyecto de presupuesto de Egresos de la Federación para la Secretaría de Salud en 2026. No hay aumentos en sus recursos, al contrario, hay compactación de programas. De tener un presupuesto de 96 mil 990 millones en 2024, se prevé que tendrá 66 mil millones de pesos para el próximo año. Ojalá los legisladores de la Cámara de Diputados que analizarán este paquete económico de la Secretaría de Hacienda reflexionen y modifiquen esta propuesta para que la salud tenga más recursos, que, al final de cuentas, es para la atención médica de toda la población mexicana. De acuerdo con cifras del INEGI, en 2024, 44.5 millones de mexicanos carecían de acceso a servicios de salud. Esta cifra, aunque menor que en 2022, sigue duplicando el nivel de 2016. Esto muestra la necesidad de políticas que garanticen un acceso universal y efectivo a la salud. El presupuesto federal para salud en 2025 es de 881 mil millones de pesos, lo que representa una disminución de 12.02% respecto a 2024 y es el monto más bajo desde 2022. Los principales programas de salud afectados son prevención y control de sobrepeso, obesidad, diabetes y la atención básica del IMSS-Bienestar, entre otros. El monto de 21.2 mmdp para la atención a personas sin seguridad social en el IMSS-Bienestar es inferior al del Seguro Popular en 2018. La tosferina, el sarampión y otras enfermedades que se consideraban erradicadas por los programas de vacunación han regresado con más fuerza, a tal nivel que en cualquier momento puede escalar a una epidemia, de hecho hay quienes ya la consideran como tal. Así podríamos seguir con más cifras, como la referente a que el 40 por ciento de los ingresos de los sectores sociales más desfavorecidos los ocupa para gastos de salud; pero claro, en la mañanera al pueblo se le dicen “otros datos”. La propuesta ( no recaudatoria, btw) para que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios para bebidas azucaradas aumente de 1.6451 a 3.0818 pesos por litro el próximo año. Se dice que serán reunidos en un “fondo de salud” que será empleado para atender a las personas que padezcan enfermedades relacionadas con el consumo de refrescos. Son parte de los llamados “impuestos saludables”, entre los que se incluyó un cargo de 8 por ciento a los videojuegos clasificados como violentos, claro, la justificación fue un tema de seguridad, y no se ve mal la propuesta pero ¿bajar el indice delictivo, no se les ocurrio?. Los cigarros también sufrirán un aumento significativo en sus impuestos. La tasa ad valorem, que actualmente es de 160 por ciento, se elevará al 200 por ciento. Esto significa que, por cada paquete de cigarros con un precio base de 100 pesos, se pagará un impuesto de 200 pesos, sumando a esto la cuota fija por cigarro y el IVA. Además, los puros artesanales (malditos desalmados) verán un incremento en su impuesto del 30.4 al 32 por ciento. La inclusión de nuevos productos como las “bolsas de nicotina” en el esquema fiscal es otra novedad importante. También se contempla un aumento en el impuesto a las apuestas, que pasará del 30 al 50 por ciento. Estas medidas buscan abordar los problemas de salud mental y social asociados al consumo de estos productos y servicios. La Iniciativa de Ley de Ingresos deberá ser aprobada por la Cámara de Diputados antes del 20 de octubre. El Senado tiene hasta el 31 de octubre para hacer lo mismo. En el caso del Proyecto del Presupuesto de Egresos deberá definirse a más tardar el 15 de noviembre y solo requiere la aprobación de los diputados.

 

Hacienda expresó su disposición para dialogar con los legisladores y facilitar el análisis del texto final. Mientras el gasto en salud disminuya, no habrá voluntad política ni discursos que permitan mejorar la crisis que afecta a más del 40 por ciento de la población. Al contrario, ojalá me equivoque, pero el desabasto de fármacos, insumos y médicos seguirá, mientras no exista un incremento real al presupuesto en la materia. El mexicano promedio tendrá que seguir conformandose con “los otros datos”.

Dr. César Álvarez Pacheco 

[email protected] 

@cesar_alvarezp 

Huatabampo, Sonora

 

 

 

 



más información