Nota publicada: 2025-05-09
La telemedicina ha emergido como una herramienta clave para mejorar el acceso a la atención médica en México, destacándose por su eficiencia, comodidad y seguimiento personalizado. Sin embargo, su potencial va más allá de la atención inmediata para síntomas leves. Es esencial adoptar una visión integral que priorice la prevención y el manejo de enfermedades crónicas, principales causas de mortalidad en el país.
Además, la telemedicina puede desempeñar un papel crucial en abordar problemas de salud mental y estrés laboral, que representan una epidemia silenciosa. No obstante, esto requiere un enfoque ético que garantice la privacidad y proporcione contención emocional profesional, superando las soluciones automatizadas como los chatbots.
Para que la telemedicina alcance su máximo potencial, es necesario contar con una infraestructura sólida, conectividad universal y promover la alfabetización digital. Asimismo, se requiere una regulación clara y completa que establezca un marco legal adecuado para la práctica médica a distancia.
Las empresas mexicanas también tienen un papel importante, ya que ofrecer servicios de telemedicina no solo es un beneficio atractivo para los empleados, sino una inversión en su bienestar y productividad.
En resumen, la telemedicina representa un cambio de paradigma en la atención médica en México. Su éxito dependerá de la colaboración entre el gobierno, instituciones médicas, empresas y la sociedad civil para construir un ecosistema de salud digital robusto, equitativo y centrado en el paciente.