Nota publicada: 2025-07-11
Jerusalén. Hamas aseguró ayer que no podrá lograrse un acuerdo de tregua mientras Israel continúe atacando el enclave; en tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su posición de "eliminar" al movimiento islamita para negociar un posible acuerdo de paz permanente. A su vez, las tropas israelíes ultimaron a 82 palestinos.
Las conversaciones para un alto el fuego entre Hamas e Israel continuaron ayer en Doha por quinto día consecutivo con la participación de los mediadores Estados Unidos, Qatar y Egipto.
Basem Naim, alto representante de Hamas, dijo a Afp que esa organización está comprometida con las conversaciones para poner fin a la guerra lo antes posible. pero aclaró que las fuerzas israelíes desplegadas en la franja deben replegarse.
"No podemos aceptar que se perpetúe la ocupación de nuestra tierra ni que nuestro pueblo se rinda en enclaves aislados bajo control del ejército de ocupación", declaró.
Hamas se opone al control israelí de la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, y del corredor de seguridad de Morag, que separa la urbe de la vecina Jan Yunis, en el sur del territorio.
La noche del miércoles, el grupo islamita adelantó que está dispuesto a liberar a 10 rehenes a fin de apoyar "los esfuerzos actuales".
Pese al optimismo manifestado por varios funcionarios israelíes, Hamas subrayó que las cuestiones esenciales aún son objeto de negociación, sobre todo la llegada de ayuda al enclave asediado por Israel, así como la retirada de las tropas israelíes y garantías para un alto el fuego permanente.
En tanto, Netanyahu recalcó que está dispuesto a negociar un alto el fuego permanente en Gaza durante una tregua de 60 días, pero sólo si se desmilitariza el territorio palestino.
El enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, propuso un alto el fuego de 60 días a cambio de la liberación de 10 de los 20 rehenes vivos que permanecen en Gaza, indicó Netanyahu.
"Al comienzo de este alto el fuego entablaremos negociaciones para poner fin a la guerra de forma permanente", señaló ayer el premier israelí en un video desde Washington.
Netanyahu aseveró que las "condiciones fundamentales" de Israel son que Hamas deponga las armas y deje de tener capacidad de gobierno o militar. Si esto puede lograrse mediante negociaciones, excelente. Si no se puede lograr mediante negociaciones en un plazo de 60 días, lo lograremos por otros medios, utilizando la fuerza de nuestro heroico ejército, apuntó.
Las operaciones militares de Israel dejaron al menos 82 personas muertas en las últimas 24 horas, entre ellas al menos 10 niños y tres mujeres que esperaban en fila por asistencia médica en Deir al Balah, en el centro de Gaza, informó el ministerio de Salud gazatí a Al Jazeera.
La Organización de Naciones Unidas ingresó 75 mil litros de combustible a Gaza. Es el primer cargamento de este tipo en 130 días, debido a las restricciones impuestas por Tel Aviv a la ayuda humanitaria pese a la severa crisis. No obstante, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general del organismo multilateral, Antonio Guterres, declaró que no serán suficientes para cubrir siquiera un día de necesidades energéticas en el enclave.
La Unión Europea (UE) anunció un acuerdo con Israel para ampliar la distribución de ayuda "directamente a la población" en la franja, publicó en la red social X la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas. El servicio diplomático de la UE explicó que las medidas serán implementadas en los próximos días.
Por último, Hebrón, la mayor provincia de Cisjordania reocupada, afronta una escasez crítica de agua, consecuencia de la política israelí de privarnos de suministro en forma premeditada, denunció Jaber Al Tamaizi alcalde de la ciudad de Idna, situada al oeste de Hebrón.
El funcionario explicó que, según el contrato con la compañía israelí Mekorot, que abastece de agua a la provincia, los habitantes deben recibir 100 mil metros cúbicos al mes, pero en mayo de 2024 llegaron sólo 8 mil 500, y a partir del mes pasado se reciben sólo 3 mil 400 metros cúbicos; eso no basta ni para satisfacer una mínima parte de las necesidades de los habitantes.