• Hermosillo, Sonora, México a 2025-11-02  |  Año 29 No. 11    

Los Mayitos… y Oscar Navarro Esquer


Nota publicada: 2025-11-02

Los Mayitos… y Oscar Navarro Esquer

Bulmaro Pacheco

A nuestra generación, en el sur de Sonora, le tocó en sus inicios batallar enormidades por el esquema cerrado del sistema de transporte de pasajeros.
Viajar a la Ciudad de México o a Guadalajara desde Navojoa era una verdadera hazaña. No era sencillo conseguir un asiento en cualquiera de las tres empresas que prestaban el servicio en aquellos años.

 La otra alternativa era el tren de pasajeros —primera y segunda clase— que, con sus incontables paradas, hacía en ocasiones hasta 45 horas para llegar a la Ciudad de México.

Hacer un viaje de Huatabampo a Navojoa (todavía hasta 1955) tenía que realizarse en las llamadas “guayinas” (station wagon) de seis u ocho pasajeros —que sustituyeron a los tranvías—, por la recordada carretera de concreto que mandó construir el general Anselmo Macías Valenzuela en 1942.

En 1956 entraron en acción los llamados camiones “verdes” de Salvador Cañedo, quien llegó de Culiacán a Sonora en 1952 y, dedicado años antes al transporte de carga, ofrecía ahora una mayor cantidad de asientos y un costo más bajo: de tres a dos pesos por pasajero.

Fueron los llamados “verdes” los que comunicaron por años a Navojoa con Huatabampo. Después se agregaría la empresa Autotransportes del Yaqui, fundada originalmente en 1957 por Jesús Nieblas Ortiz y que manejarían después Rubén Dabdoub y Lorenzo Contreras Santana. Dicha empresa comunicaba, en un mínimo de tres horas, a Ciudad Obregón, Villa Juárez, Etchojoa y Huatabampo.

Por esa época surgieron los llamados “Pájaros Azules”, de Benigno Borbón, primero como taxis de la ruta Navojoa–Bacobampo, ampliada posteriormente a la región del Mayo.

De los pioneros del transporte de la región del mayo es justo mencionar también a Baldomero Corral Alvarez y a Oscar Navarro Esquer. Oscar Navarro nació en Navojoa el 12 de febrero de 1937, hijo de José Navarro Bojórquez y Angelina Esquer Leal.

En la obra Navojoa, cronología y testimonios de Manuel Hernández Salomón, el padre de Oscar; José Navarro Bojórquez relata que “en 1913, al llegar de Álamos a Navojoa, encontró trabajo como chofer de un carruaje (rines de madera) al que llamaban “berlina”, tirado por un par de mulas: “Muchos problemas, puros caminos de terracería”.

“Dijo: En ese año me tocó llevar a Álvaro Obregón Salido rumbo a Hermosillo en una berlina tirada por cuatro caballos, por haber sido llamado (el expresidente municipal de Huatabampo) con urgencia por el gobernador José María Maytorena”. Victoriano Huerta acababa de dar un golpe de Estado, asesinando a Madero y Pino Suárez, y Sonora se preparaba para la gran batalla histórica que lo distinguiría.

Navarro Bojórquez realizó el viaje de Navojoa a Hermosillo en 14 horas, por el abasto de agua y el cambio de los animales a ciertas distancias. Agregó que los primeros autos de motor llegaron en 1920 a Navojoa: “Eran de tres pedales; uno para iniciar la marcha, otro para meter reversa, y el otro servía de pedal de frenos”.

Dijo también que, después de laborar en Phoenix, al regresar en 1929 —por la gran crisis económica que azotó a los Estados Unidos, a Europa y a México—, compró un vehículo en 2 mil pesos con los ahorros reunidos, con el que se inició en el servicio de “autos de alquiler”.

Don José Navarro se casó en 1917 con Angelina Esquer Leal, de Álamos, y procrearon 10 hijos. Los seis hijos varones de la pareja, por influencia paterna, se desempeñaron todos, sin excepción, como choferes de “autos de alquiler”.

Uno de ellos, Óscar Navarro Esquer, se inició como taxista en Navojoa y, con el tiempo, supo combinar exitosamente su actividad en el taxi con la de dirigente sindical de los choferes de la región. Tuvo su primer taxi en enero de 1957.

Solicitó su primer permiso para entrar en la ruta hacia Huatabampo durante el gobierno de Álvaro Obregón Tapia (1955–1961), en las primeras Ford tipo guayín (de madera y fierro) de ocho pasajeros.

En Huatabampo ya prestaban el servicio algunos personajes como Cristóbal Campos y Octaviano Sáinz, también conocido como “el 39”.

En 1940, después de arduos trabajos de don Ernesto Moreno —que empezó con el negocio del transporte en 1928 entre Nogales y Mexicali (trayecto que se hacía en tres días)—, se fundó la línea Transportes Norte de Sonora (TNS), que en 1946 tenía ya corridas de Santa Ana a Mazatlán en los viejos camiones Chevrolet de 18 pasajeros. En 1946 TNS entró a la región del Mayo.

Para viajar hasta la Ciudad de México había la necesidad de transbordar en Mazatlán, y el pasajero tenía que continuar en la línea Tres Estrellas de Oro hasta su destino. Después, mediante convenio, TNS se amplió hasta la capital y, a cambio, la empresa Tres Estrellas  de Oro entró a Sonora.

En 1990, con una visión renovadora y con ocho camiones, se constituyó la empresa “Los Mayitos”, con Óscar Navarro, Salvador Cañedo, Bernardo Reyes Quintana y José Martínez Esquer (de Ciudad Obregón) como socios fundadores, absorbiendo a los transportes verdes.

Primero con la ruta Navojoa–Etchojoa–Huatabampo; después se ampliaron a Ciudad Obregón, y en menos de un año ya corrían hacia Hermosillo. El nombre “Mayitos” proviene de “Mario”, el hijo del concesionario Gabriel Mendívil, quien así bautizó su camión que después le vendería a Salvador Cañedo.

En 2009, y con 40 camiones en ruta, Los Mayitos llegaban hasta Nogales. Ahora tienen terminal propia en Nogales, Huatabampo, Navojoa, Hermosillo y Guaymas. Para 2025, con 44 camiones, cubren la geografía sonorense partiendo de la región del Mayo.

Los Mayitos, con 150 empleos directos y más de 150 indirectos, por su número de rutas y tiempos de salida, prestan servicio a más de un millón de personas por año. Han crecido en rutas, servicios de paquetería y pasajeros atendidos, y como empresa regional realizan servicio social y son sensibles con la gente necesitada, sobre todo enfermos, adultos mayores y personas con discapacidad.

Sus problemas actuales: en sus orígenes, un camión costaba 66 mil pesos; después, en 1984, el precio ascendió a 130 mil; en 2009, a 347 mil dólares. El diésel (520 litros por unidad) pasó de 28 centavos a 7.60, y ahora a 27.60 el litro. Las llantas, de 900 a 16 mil pesos. Ahora las unidades cuestan entre 5.5 y 7 millones de pesos, en las marcas favoritas: Volvo, Mercedes-Benz, León Man, Irízar y Marco Polo Scania, con vida útil de hasta 12 o 15 años, según las regulaciones de la SCT. La apertura en el servicio del transporte a todos los niveles—observada del TLC en adelante— modernizó el servicio y amplió las opciones para viajar en menor tiempo y con una mayor comodidad.

La gran variedad de empresas de transporte con camiones que ahora circulan por las carreteras nacionales hizo que se olvidara rápido el servicio de los trenes de pasajeros, por su lentitud e ineficacia.

La competencia ahora es intensa con empresas de otras entidades, pero las familias de los transportistas locales dan la pelea a diario. Han trabajado arduamente y mantienen sus empresas con muy buen nivel de manejo, siempre en expansión e innovación.

Esas empresas; la de don Óscar Navarro y sus cinco hijos, procreados con Guadalupe Ibarra Valdez (1965) y Josefina Valenzuela Miller (2009): Óscar, Gregorio, Thelma Guadalupe, Marcela y Gabriela, han motivado el orgullo regional y demuestran que la imaginación, el ejemplo, el trabajo, la visión y el carácter de los pioneros emprendedores del transporte, así como los valores heredados de aquellos personajes históricos que les abrieron camino, han impulsado el éxito de proyectos auténticos y realistas.Ahí están los ejemplos.

Oscar Navarro Esquer, —pionero en el servicio—, merece ser reconocido por todo lo que ha aportado a la región, por sus esfuerzos y por su apuesta por Sonora, con independencia de las circunstancias que lo han acompañado a lo largo de su vida. Enhorabuena.

[email protected]



más información