Nota publicada: 2025-05-29
Washington y Nueva York. El Congreso de Estados Unidos promueve un incremento presupuestal masivo para muros fronterizos, deportaciones y operaciones con el fin de detener a inmigrantes, mientras 70 por ciento de los pequeños empresarios dicen que su clientela ha disminuido por la represión contra extranjeros y una de cada cinco empresas afirma que ha perdido empleados.
El proyecto de ley sobre impuestos y gasto federal que incluye el gravamen de 3.5 por ciento a las remesas asigna 46 mil 500 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo, 45 mil millones para detención de inmigrantes, 15 mil millones para deportaciones y 15 mil millones para contratar más agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
El proyecto de ley también prevé que aproximadamente 2 millones de niños que son ciudadanos ya no tengan acceso a programas de asistencia social si uno o ambos de sus padres son indocumentados, según un cálculo del Congreso. Este proyecto de ley –cuyas medidas antimigrantes han sido resaltadas por el presidente Donald Trump– fue bautizado como un gran y bello proyecto de ley por el mismo mandatario y ya fue aprobado por la Cámara baja. El Senado lo discutirá en junio.
Una parte de la nueva ley ampliaría la capacidad de los centros de detención de inmigrantes de 41 mil a 100 mil camas. Pero incluso antes de que se apruebe este gasto, el gobierno de Trump ya ha aumentado en 50 por ciento el número de contratos que tiene con centros de detención privados.
En una nota titulada La millonaria industria de la detención, The Wall Street Journal detalló cómo decenas de empresas están lucrando con el aumento de las detenciones de inmigrantes, y algunas de estas empresas tienen vínculos cercanos con el nuevo gobierno. Una de las compañías que manejan estos centros y está recibiendo contratos es GEO Group, que tenía de asesor pagado al ahora zar fronterizo, Tom Homan, antes de que fuera nombrado por Trump, publicó The Washington Post.
El gobierno de Trump también esta intensificando sus esfuerzos antimigrantes sin fondos nuevos del Congreso. Por ejemplo, el Departamento de Defensa ha gastado más de 500 millones de su presupuesto castrense para el traslado de 8 mil 600 militares a la zona fronteriza con México. El incremento de fuerzas subraya cómo Trump está rompiendo con la práctica de sus antecesores de limitar el despliegue en la frontera Estados Unidos-México a un número reducido de soldados y reservistas, reportó The New York Times.
Pero pese a estos gastos, el gobierno de Trump no ha logrado deportar el número de migrantes que prometió. A pesar de desplegar un sinnúmero de empleados de otras agencias para apoyar actividades de aplicación de la ley y ordenar a militares activos colaborar con las expulsiones en la frontera, las afirmaciones del Departamento de Seguridad Interna de arrestos y deportaciones récord no se han materializado, dio a conocer TRAC, organización de monitoreo de datos oficiales con sede en la Universidad de Syracuse. Agregó que aunque el gobierno de Trump ha dicho que ha expulsado a unas 135 mil personas, el número real es de unos 72 mil.
Críticos señalan que aun cuando la cifra es menor, no ha disminuido la crueldad de este proceso ni las violaciones a normas y procedimientos legales para todos en el país, incluidos ciudadanos.
David Bier, director de investigaciones sobre migración del conservador Cato Institute, revisó los casos de unos 240 venezolanos enviados a una famosa prisión de El Salvador, y descubrió que por lo menos “50 de esos venezolanos (…) llegaron con socumentos a Estados Unidos y nunca violaron las leyes migratorias”.
Esa deportación a El Salvador ha generado pánico entre la comunidad venezolana en este país, al igual que el fallo de la Suprema Corte emitido la semana pasada, el cual aprueba que el gobierno anule las visas de algunos de los 350 mil venezolanos que obtuvieron medidas cautelares contra su deportación.
Multa de 1.8 mdd a una indocumentada
“Mami, ¿qué haré si viene la migra?”, preguntó una niña venezolana de 10 años de edad en Nueva York, en una noticia transmitida or NBC News. El Times informó que una madre venezolana de 29 años de edad con dos hijos decidió abandonar el país para evitar enfrentar la incertidumbre ante las amenazas de deportación y posible separación de su familia.
El gobierno de Trump también anunció que impondrá multas de 998 dólares al día para cada persona indocumentada a quien se haya ordenado salir del país y que permanezca aquí. Cuatro mil 500 migrantes han recibido notificaciones de multas. Entre ellos está la madre de un ciudadano que trabaja en una planta empacadora de carne y se enteró de que debe pagar una multa de 1.8 millones de dólares. Ella gana 13 dólares por hora, publicó Reuters.
Pero la represión no afecta sólo a los migrantes: Veinte por ciento de dueños de negocios han perdido empleados a causa de deportaciones, anulación de visas o redadas de ICE en el último año, reportó Newsweek citando un sondeo de Clarify Capital. Según esta encuesta, 72 por ciento de pequeños negocios han tenido que cerrar, reducir jornadas laborales o suspender ampliaciones a causa de problemas de empleo.
Más aún: casi 70 por ciento de los pequeños negocios consultados dicen que también han perdido clientes a causa de las políticas antimigrantes de Trump. La realidad es que los grandes nombres en Wall Street no están sintiendo los efectos de esta represión a la migración. Son 99 por ciento, las pequeñas empresas que mantienen funcionando a Estados Unidos, las que ha resultado más golpeadas. Ellas son las que enfrentan falta de mano de obra, personas que no se presentan a sus turnos o que se van por temor a las redadas del ICE o a la deportación, aun cuando no hay una causa real, comentó Kevin Thompson, ejecutivo en jefe de Capital Group, a Newsweek.
A su vez, Migrant Insider informó que las políticas antimigrantes están generando falta de mano de 20 a 35 por ciento en las industrias de jardinería, transporte, construcción, salud, manufactura y agricultura. “Hay menos gente dispuesta a presentarse a trabajar –afirmó Thompson–, y no es porque sean perezosos o poco confiables. Es porque los están cazando”.