Madrid. Desde Bruselas, en el marco de una reunión de mandatarios de la Unión Europea (UE), el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, defendió la “soberanía” del país frente a los ataques procedentes desde la administración de Estados Unidos, encabezadas por su presidente, Donald Trump, que amenazó con “dañar” a la economía española con “más aranceles” por negarse a incrementar su gasto militar para fortalecer a la Alianza Atlántica (OTAN).
En una breve respuesta a través de los medios de comunicación, el presidente Sánchez señaló: “España es un país solidario, comprometido con los Estados miembros de la OTAN, pero también soberano. Y ese es el equilibrio que encontramos en la declaración de los 32 Estados miembros de la OTAN, incluido Estados Unidos.
Nosotros vamos a cumplir con nuestras capacidades, las Fuerzas Armadas españolas y el ministerio de Defensa nos dicen que las capacidades acordadas con la OTAN representan un 2,1 por ciento de nuestro PIB y eso es lo que vamos a hacer. Y ese compromiso es absolutamente compatible con fortalecer y sostener el Estado del bienestar. Nosotros tenemos un déficit comercial con EU. La política comercial se dirige desde Bruselas, estamos en una unión aduanera, en un mercado único y por tanto la política comercial se dirige desde Bruselas en nombre de los Estados miembros.”
Esta idea, con la que el gobierno español busca impedir que Trump cumpla sus amenazas de sanciones comerciales, también fue defendida por el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, quien advirtió que “”estamos en una unión aduanera, un mercado único y la política comercial quien la negocia es Bruselas en nombre de todos los estados miembros”. Además la ministra de Defensa, Margarita Robles, señaló que “nadie le tiene que decir a España lo que tiene que hacer. España es un aliado serio, fiable, comprometido y responsable, que habla menos y cumple más y que no tiene que recibir lecciones de nadie. España quiere tener las mejores relaciones con sus socios, pero no acepta lecciones de nadie. 
En otro asunto, la embajada de Israel en España acusó al gobierno español de estar “en el lado equivocado de la historia” por su posición ante la guerra abierta en la región y los recientes bombardeos a Irán. En una carta pública, la delegación diplomática de Benjamin Netanyahu en Madrid señaló que “España no condenó ni una sola vez los ataques sufridos” en Israel por parte de Irán y, en cambio, “inició una cruzada antisraelí, pidiendo incluso “un embargo de armas al país que estaba siendo atacado. Esto no solo es profundamente lamentable: es moralmente indefendible”. Y finaliza diciendo que esta postura “coloca a España en los márgenes más extremos —y cada vez más aislados— de la posición europea sobre Oriente Medio. Se sitúa, lamentablemente, en el lado equivocado de la historia”.