• Hermosillo, Sonora, México a 2025-05-12  |  Año 29 No. 11    

La salud de la mujer, en su papel como madre, debe ser una prioridad permanente


Nota publicada: 2025-05-12

Hermosillo, Sonora, 12 de mayo de 2025.- La salud de la mujer, especialmente en su papel como madre, debe ser una prioridad permanente y, por ello, debe contar con un seguimiento médico preventivo y oportuno, adaptado a cada etapa de la vida, desde la adolescencia hasta la madurez, expresó Sayil Alejandra de la Torre Othón.
La docente y secretaria administrativa del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Sonora señaló que la prevención es fundamental para el cuidado del bienestar desde etapas tempranas.
Consideró sumamente indispensables los chequeos pediátricos anuales, así como la orientación en la adolescencia sobre sexualidad, cambios hormonales y salud menstrual, en un país como México, que presenta una alta tasa de embarazo en adolescentes.
La responsable del Internado de Pregrado del departamento resaltó que el seguimiento médico para las mujeres no debe iniciar únicamente con la maternidad, pues la salud debe cuidarse desde la niñez, ya que una madre que vela por su bienestar también contribuye al de su familia.

Cuidado de la mujer cuando ya es mamáDe la Torre Othón habló, a propósito del Día de las Madres y dijo que la edad ideal para un embarazo se encuentra entre los 20 y 32 años de edad cuando la mujer tiene estabilidad fisiológica y hormonal, entre otras como la salud física, la estabilidad emocional y el apoyo familiar. 
“Un embarazo saludable es aquel que es deseado, planeado y acompañado médicamente en todo el proceso, considerando también la salud del padre como parte clave del entorno familiar”, expresó, por lo que recomendó también el seguimiento médico periódico del varón, al menos una vez al año.
La médico general identificó varias etapas clave para el seguimiento puntual de la salud femenina. Señaló que de los 20 a los 30 años es cuando muchas mujeres se convierten en madres por primera vez. 
En esta etapa, indicó, es fundamental acudir con el médico para recibir orientación ginecológica y obstétrica, apoyo psicológico y preparación para temas como el parto, la cesárea, la lactancia y los cuidados tanto para el recién nacido como para la madre.
Además, deben realizarse estudios de laboratorio, adoptar buenos hábitos alimenticios, mantener una actividad física regular y, de manera importante, cuidar la salud mental, especialmente si se trata de un embarazo joven o con factores de riesgo adicionales.
“De los 30 a los 40 años, podemos hablar también de los cuidados en torno al parto o la cesárea, de forma gineco-obstétrica, así como de los tamizajes, la detección oportuna de enfermedades crónico-degenerativas y los chequeos médicos rutinarios para detectar a tiempo enfermedades como hipertensión, diabetes, alteraciones hormonales, entre otras, buscando siempre el equilibrio emocional de la madre”, explicó.
Sayil de la Torre agregó que después de los 40, la mujer debe enfocarse en la prevención y detección oportuna de enfermedades crónico-degenerativas, así como de factores de riesgo. 
En esta etapa, señaló, es fundamental el seguimiento a las cuestiones hormonales, el climaterio y la menopausia. También deben acudir periódicamente con el ginecólogo para monitorear su estado de salud e identificar síntomas relacionados con el cáncer cérvico-uterino, aunque el estudio de papanicolaou debe realizarse desde el inicio de la vida sexual.
“El papanicolaou se recomienda cada uno o dos años, dependiendo de la edad, aunque después de los 40 debe realizarse de forma más frecuente, o al menos una vez al año”, advirtió.
La docente universitaria añadió que, después de los 50 años, el enfoque de la salud en las mamás debe centrarse en los cambios hormonales, la salud ósea y cardiovascular, así como en mantener buenos hábitos alimenticios, una rutina adecuada de ejercicio y, sobre todo, atender la salud emocional con el apoyo de redes entre mujeres y familiares.
“Todo esto es en el contexto de una paciente sana; cuando existen factores de riesgo o enfermedades de base, hay que acudir al médico con mayor frecuencia para atenderlos de manera oportuna”, subrayó.
Las adolescentesEn el caso de las madres adolescentes, y considerando que México es uno de los países con mayores índices en esta problemática, es importante enfocarse en su orientación para evitar que se sumen a la estadística.
“El seguimiento a la salud de la mujer debe empezar desde la infancia con el médico pediatra, recomendando al menos una valoración general anual; y durante la adolescencia, brindar mayor información y orientación sobre actividad sexual, cambios hormonales y la menarca, que es la primera menstruación, resolviendo todas las dudas que puedan surgir”, explicó.
Señaló que el hecho de que muchas adolescentes se conviertan en madres responde, en gran medida, a problemas de comunicación dentro de la familia, por lo que es fundamental acudir con un profesional al menos una vez al año.
En el caso del seguimiento a las adolescentes, dijo que deben tener seguimiento desde el momento en que inician su vida sexual que se puede dar a los 12 o 13 años o incluso más jóvenes.
“Los chequeos ginecológicos se tienen que llevar a cabo desde esa edad para evitar o, en su caso, detectar de forma oportuna algún riesgo en relación al cáncer cervicouterino, o infecciones de transmisión sexual”, concluyó.


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